Levante la mano si siempre se ha creído menos que los demás.Yo la levanto, pues es la historia de mi vida. Desde pequeña ha sido así y es que mis padres siempre tuvieron tendencia a compararme con los demás y pronto yo comencé a ver el mundo de esa manera.
En la primaria tenía a una amiga llamada Luisa. Éramos las mejores amigas, siempre juntas, siempre sacando los primeros lugares de aprovechamiento, siempre siendo las mejores, pero juntas. Los maestros encontraban nuestra relación adorable, pues hasta nos sentaban juntas y era noción de todos que nunca nos separábamos. Ella era delgadísima, de esas niñas flacas que así nacieron y así morirán. Tenía el cabello larguísimo y castaño, la piel blanca y algunas pecas en la cara. Sin embargo, yo era la fea que soy ahora, gorda, con la piel morena quemada por el sol, los dientes grandes, el cabello grueso y negro, un ser horrible. Yo no notaba la diferencia entre nosotras hasta que un día ella comenzó a llamarme-de supuesto cariño- "gordis". Al principio la dejé, pues era mi mejor amiga, pero hubo un momento en que comenzó a molestarme y pedí que no lo hiciera más, ella entendió.
Pasaron los años, yo seguí aumentando de peso y ella cada vez se hacía más bonita. Es cierto, de pronto parecía muy ñoña o tonta pues era una niña muy lista, tanto o más que yo, y su trenza larga y castaña la hacía parecer estúpida; pero yo siempre la veía linda. Un día fui a su casa, ella es hija única y por ello siempre tuvo los mejores juguetes, la mejor ropa y toda la atención; me quedé impactada de la cantidad de muñecas que tenía y quería jugar con todas.
Mi mamá siempre decía que Luisa era preciosa, que le encantaba esa niña, pero a mí me decía que era gorda, fea y tosca, NUNCA le importó que yo fuera tan inteligente como ella. De pronto me di cuenta de que ELLA era mejor que yo, y supongo que de ahí nacieron todas mis inseguridades.
Entramos a la escuela secundaria y nos separamos, ella encontró mejores amigas y yo hice mi camino por otra parte. Yo seguía siendo igual de fea, pero ella se ponía más linda cada día. En el 3er año ella tuvo su primer novio, un compañero de la secundaria, estuvo feliz mucho tiempo, yo intenté tener un novio, él era mayor que yo, pero se decidió por otra persona.
Salimos del secundario y no supe más de ella hasta hace poco, en algunas ocasiones la vi en la universidad, tan bonita, tan delgada y alta y con un cuerpo de sirena. Mientras yo me había quedado corta de estatura, gordísima y más negra que nunca. Ella obtenía los primeros lugares en la facultad, yo reprobaba materias.
Hace poco la encontré en facebook por un amigo en común. Vi sus fotos, es extremadamente bonita, tiene un novio guapísimo, le va muy bien en la escuela, tiene trabajo y un auto, ella no sufre en los camiones como yo. ¿Quién soy yo ahora? Una gorda, fracasada, que estudia algo que no le gusta y que detesta su trabajo. Una fea, que jamás ha tenido un novio y que sufre las nacadas y estupideces de la gente corriente y pobre de su alrededor. Ella parece una princesa, y yo un monstruo. Me dan ganas de llorar, pues ella es perfecta,tiene una vida IDEAL y yo soy una miserable que se queda a ver cómo todos triunfan mientras yo me pudro en la miseria.
¿Hasta cuándo me permitiré sentirme menos que los demás?